Viktor Schauberger
Viktor Schauberger
Viktor Schauberger (30 de junio de 1885 - 25 de septiembre de 1958) fue un silvicultor, ecologista e inventor austríaco que, al igual que sus contemporáneos Nikola Tesla y Wilhelm Reich, se adelantó a su tiempo.
Ya en su juventud se negó a participar en la educación tradicional y prefería pasar el tiempo en los bosques, donde hizo muchos descubrimientos revolucionarios principalmente observando el agua.
Su primer gran éxito llegó en 1922, cuando consiguió, con una eficacia extraordinaria, llevar hasta el valle troncos procedentes de bosques situados a gran altitud mediante un innovador sistema de toboganes de agua. Con ello no solo ganó el premio prometido sino que también, como era de esperar, se ganó la envidia de los ingenieros de formación tradicional. Los toboganes de agua cumplieron su cometido eficazmente en Austria, Baviera y Yugoslavia durante bastantes años, pero Viktor se llevó una decepción al descubrir que su invento provocó la deforestación y la total degradación del entorno natural.
Entre 1928 y 1935, Viktor Schauberger dedicó mucho tiempo a desarrollar un dispositivo para la producción de agua viva, es decir, agua con una estructura mejorada y que también contuviera todos los minerales necesarios. Según su teoría, el agua de manantial es la opción óptima para la vida y la salud, ya que surge de un entorno que conserva su estado natural. Pero, debido a la acción humana, el número de manantiales de agua intactos se ha reducido. Por otro lado, la estructura del agua se destruye por efecto del movimiento antinatural a través de tuberías rectas fabricadas con materiales artificiales. Es posible que el primer dispositivo que construyó Schauberger fuese poco práctico, pero reforzó la reputación de “mago del agua” que se había labrado con su sistema de toboganes.
Schauberger también actuó en el ámbito de la restauración de vías fluviales y sus hallazgos han servido de base recientemente para restaurar varios ríos austríacos donde el agua había tenido un efecto destructivo.
Sus investigaciones posteriores se orientaron cada vez más hacia el ámbito de la energía, hasta acabar desarrollando la teoría de la implosión. Esta teoría afirma que la generación de energía mediante una explosión (motores de gasolina, energía nuclear) es destructiva y perjudicial para el medioambiente. Por otro lado, la implosión significa un aumento de la concentración de energía. Algunos ejemplos típicos de esa energía en el entorno natural son los remolinos y los torbellinos.
Para Schauberger, la II Guerra Mundial fue muy desagradable, pues se vio obligado a alistarse en el ejército alemán. Posteriormente su principal deseo fue contribuir a curar la Tierra y restaurar la naturaleza. En esa época vieron la luz muchos de sus inventos, como por ejemplo un arado especial que transmitía energía a la tierra.
En 1958, un fondo de inversiones lo llevó a los Estados Unidos: Viktor vio su emigración como una oportunidad para el desarrollo de su sistema de generación de energía, de forma descentralizada y respetuosa con el medioambiente, mediante implosión, aunque después se dio cuenta de que las intenciones de sus inversores no eran buenas. Tuvo que dejar todos sus papeles y prototipos para poder regresar a su país de origen, donde falleció al poco tiempo de llegar.
Su trabajo lo continuó su hijo Walter, quien también fundó el Instituto PKS en Bad Ischl (Austria). El Instituto PKS exhibe algunos de los inventos de Viktor y acoge cada dos años la celebración de la conferencia ICOST, en la que participamos en junio de 2012.
Viktor Schauberger fue sin duda uno de los pioneros más visibles en el campo de la investigación sobre el agua y la energía. Sin embargo, su filosofía y sus inventos difieren de forma importante de los conocimientos técnicos comúnmente aceptados, por lo que sus trabajos no son demasiados conocidos. Pero eso no significa en absoluto que no merezcan nuestra atención. En este breve artículo resulta imposible abarcar toda la vida de Viktor Schauberger, por lo que nos gustaría recomendar el trabajo Living Water de Olof Alexandersson. Aunque por supuesto existen otros libros, este es el que trata sus trabajos de forma más amplia. Quien desee investigar más también puede ver los numerosos vídeos dedicados a su trabajo que existen en YouTube.
El equipo de Flaska sigue constantemente la filosofía de observación e imitación de la naturaleza de Schauberger. Su trabajo también responde a nuestra pregunta de cómo es posible producir fresas de mayor calidad simplemente con la ayuda de agua estructurada. Hoy en día, la tecnología TPS garantiza que cada usuario de Flaska tenga su propio manantial de agua.